quarta-feira, 22 de agosto de 2012


Cuando hablamos de frontera en la pos modernidad decimos sobre algo que va mas allá de una frontera, límite geográfico, sino una frontera que puede ser también subjetiva. A pesar de que elegí un tema en que la palabra frontera es algo que esta totalmente mezclado por diferentes perspectivas.
Lo para formal  es algo  que de algún modo mezcla situaciones económicas y también geográficas donde están involucrados una cantidad de situaciones en un determinado territorio que a veces puede generar como algo polémico y que pueden aparecer una cantidad de actores sociales.
Es sabido que la configuración territorial y consiguientemente, las desigualdades subnacionales, están intrínsecamente asociadas a diferentes niveles de vida para la población. La interpretación de dichos fenómenos responde a un conjunto de factores inherentes a los procesos de desarrollo social local, que expresan diferentes formas y niveles de organización productiva, económica y social en el territorio. En este contexto, recordamos que según uno de los supuestos de la transformación económica en las “ciudades globales”, la expansión de los servicios llevaría a una estructura social dual en el empleo y los ingresos de la población.
Los de restructuración económica, implican la diversidad social y territorial; en la medida que las comunidades locales están insertas en escenarios de desarrollo desigual y consiguiente fragmentación económica y sociocultural.
También se desterritorializam cosas gentes valores, etc. y se fragmenta el espacio el tiempo y las ideas. Sin embargo es importante señalar en este contexto que existen redes globales que se articulan, segmentos de la población, regiones y ciudades. En resumen estos procesos vienen redefiniendo aspectos básicos de la estructura social y la configuración de las ciudades.
Cabe recordar  que existen aspectos cruciales en la configuración y dinámica territorial; tales como dimensión espacial de las relaciones sociales, se sustentan en una fracción, eso implica en la existencia de “identidades”  en un determinado territorio, que son resultado de una dinámica históricamente construida e interrelacionada con el resto del territorio. Aunque tales aspectos son de difícil medición deben considerarse seriamente a la hora de formular programas sectoriales y locales en la medida que las políticas públicas, definen marcos de referencia para un área determinada y por lo tanto condicionan su evolución. En tal sentido las relaciones entre la cultura local  versus la cultura globalizada constituyen un desafío, para profundizar el conocimiento de los procesos de globalización que impactan nuestras sociedades.